Un estudio geotécnico proporciona información objetiva sobre características determinadas y concretas del terreno (disposición y continuidad espacial, competencia, grado de consolidación, expansividad, saturación en agua, agresividad, etc.), y su interacción con las estructuras de cimentación proyectadas.
Lógicamente, un buen diagnóstico fiable y completo, comporta ahorro económico, minimiza el impacto sobre el medio ambiente, da seguridad durante y a la finalización de la obra, y evita patologías posteriores.